A las clases populares nos ha costado siglos de historia conseguir que la educación sea un derecho al servicio del pueblo y no podemos ni debemos consentir que ésta se vincule a intereses empresariales como pretende la Unión Europea con el ya impuesto “proceso de Bolonia”, el plan EU2020 o el propio gobierno del país con los injustificados recortes en educación. Por ello es fundamental que el sector estudiantil apoye y secunde estos actos y salga a la calle a luchar una vez más por lo que es nuestro protestando por el abuso que está sufriendo la educación pública.
Obvio es que entre los planes de las clases políticas y opulentas de este país no está el de educar a los hijos de los trabajadores y por ello no hacen más que mercantilizar la educación basándose en los intereses de las grandes empresas que financiarán nuestras universidades además del constante deterioro de los centros de educación secundaria y la falta de presupuesto para la construcción de nuevos colegios, obligando a un gran número de alumnos a estudiar en un ambiente de masificación dentro del aula o en barracones como si de mercancía y no personas se tratase.
No debemos permanecer pasivos ante esta situación, debemos reivindicar una educación pública, gratuita y de calidad y exigir a los órganos de gobierno que la garanticen. Es el momento de hacer llamamiento a la unidad entre padres, madres, profesores y alumnos, pues es la única vía para conseguir nuestro objetivo. No podemos perder la batalla antes de librarla. Dejemos el derrotismo a un lado, podemos hacer todo lo que nos propongamos y a través de la unidad demostraremos que no vamos a tolerar que la enseñanza pública siga decayendo.
¡Por la unidad en el movimiento estudiantil!
¡Por una educación pública, laica, gratuita, democrática y de calidad!
El futuro es nuestro y nosotros debemos construirlo.
Estudiante, organízate y lucha.
Obvio es que entre los planes de las clases políticas y opulentas de este país no está el de educar a los hijos de los trabajadores y por ello no hacen más que mercantilizar la educación basándose en los intereses de las grandes empresas que financiarán nuestras universidades además del constante deterioro de los centros de educación secundaria y la falta de presupuesto para la construcción de nuevos colegios, obligando a un gran número de alumnos a estudiar en un ambiente de masificación dentro del aula o en barracones como si de mercancía y no personas se tratase.
No debemos permanecer pasivos ante esta situación, debemos reivindicar una educación pública, gratuita y de calidad y exigir a los órganos de gobierno que la garanticen. Es el momento de hacer llamamiento a la unidad entre padres, madres, profesores y alumnos, pues es la única vía para conseguir nuestro objetivo. No podemos perder la batalla antes de librarla. Dejemos el derrotismo a un lado, podemos hacer todo lo que nos propongamos y a través de la unidad demostraremos que no vamos a tolerar que la enseñanza pública siga decayendo.
¡Por la unidad en el movimiento estudiantil!
¡Por una educación pública, laica, gratuita, democrática y de calidad!
El futuro es nuestro y nosotros debemos construirlo.
Estudiante, organízate y lucha.
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